¿Alguna vez os habéis quedado atascados en una sala de espera, intentando pasar el tiempo online, solo para enfrentaros a continuos problemas de buffering y caídas de conexión? Imaginad a un dentista escaneando los dientes de un paciente con un escáner oral, solo que la transferencia del archivo tarda casi media hora debido a la lentitud del WiFi del hospital. Frustrante, ¿verdad?
Debido al creciente uso de dispositivos médicos móviles, la telemedicina y la cada vez mayor necesidad de los visitantes de conectarse a internet mientras esperan tratamiento, se ha vuelto esencial la demanda de redes confiables y eficientes.
El rol vital del WiFi en la mejora de la experiencia sanitaria
El WiFi es crucial para las operaciones médicas: no se trata sólo de tener suficiente ancho de banda, sino de asignarlo de forma inteligente. Por ejemplo, en las salas de urgencias, los monitores de pacientes y los sistemas de imagen deben priorizarse para evitar retrasos.
El WiFi desempeña un papel crucial más allá de las necesidades clínicas, mejorando la experiencia asistencial en general. En las residencias, las videollamadas de alta calidad ayudan a los residentes a mantenerse en contacto con sus seres queridos. Una conexión WiFi fiable se ha convertido en una necesidad, tanto para la atención médica como para el bienestar emocional.
Separar las redes corporativas de las de invitados ayuda a distribuir el tráfico de forma eficiente, garantizando una transmisión fluida a pacientes y visitantes y dando prioridad a los sistemas médicos críticos. Los puntos de acceso inalámbricos desempeñan un papel fundamental, pero mantener una conectividad ininterrumpida también requiere funciones avanzadas como calidad de servicio (QoS) y antenas inteligentes. La QoS garantiza que los sistemas vitales, como los monitores de pacientes, reciban ancho de banda prioritario, mientras que las antenas inteligentes se ajustan a obstáculos como paredes gruesas y equipos médicos, optimizando la cobertura en tiempo real. Los visitantes también pueden beneficiarse de un fácil acceso mediante códigos QR, que les dirigen a las actualizaciones y servicios del hospital.
Redes más inteligentes para necesidades crecientes
A medida que se amplían las instalaciones, la gestión de la red se hace cada vez más compleja. Los métodos tradicionales requieren un mantenimiento exhaustivo in situ, lo que genera ineficiencias. Las plataformas basadas en la nube como Nebula ofrecen soluciones centralizadas y escalables que proporcionan supervisión en tiempo real y solución remota de problemas, reduciendo el tiempo de inactividad y las cargas de trabajo de IT. Esta solución escalable garantiza una integración perfecta de nuevos departamentos e instalaciones en la red existente. Admite la configuración y gestión remota de dispositivos, lo que significa que su personal informático puede decir adiós a los reinicios nocturnos de servidores in situ. La expansión ya no significa tener que luchar con la conectividad: Nebula se amplía sin esfuerzo para satisfacer las crecientes demandas.
La supervisión proactiva de las redes ayuda a evitar interrupciones que podrían afectar negativamente a las operaciones sanitarias. Con funciones como WiFi Health y WiFi Aid, Nebula garantiza una optimización constante y se adapta a entornos cambiantes.
Proteger el futuro digital de la sanidad
Los centros sanitarios son objetivos prioritarios de las ciberamenazas, principalmente debido a la gran cantidad de datos personales y médicos confidenciales que manejan. El coste medio de una violación de datos sanitarios supera ya los 9 millones de dólares1, ero las consecuencias van más allá de las pérdidas económicas. Las filtraciones suelen provocar robos de identidad, daños a la reputación del centro y una pérdida de confianza entre los pacientes, que esperan que su información privada esté protegida.
Para protegerse contra estos riesgos, las organizaciones sanitarias han recurrido a medidas de ciberseguridad como las redes de área local virtuales (VLAN) y la segmentación SSID. Estas soluciones separan los distintos tipos de tráfico de red, como las redes de personal y de invitados, creando canales aislados que impiden el acceso no autorizado y reducen la probabilidad de una brecha. Al aislar estas redes, los centros médicos pueden gestionar eficazmente el tráfico de varios grupos de usuarios, garantizando que sólo el personal autorizado pueda acceder a la información confidencial.
A medida que las ciberamenazas se vuelven más sofisticadas, las organizaciones sanitarias deben adoptar, un enfoque de ciberseguridad proactivo y multicapa para adelantarse a posibles ataques. Esto incluye el uso de cortafuegos avanzados, conexiones VPN cifradas para el acceso remoto y sistemas de detección de amenazas basados en AI.. Estos sistemas supervisan continuamente la actividad de la red, identificando y mitigando posibles ciberataques en tiempo real.
Referencia:
1. Informe de IBM Cost of a Data Breach:https://www.ibm.com/think/topics/data-breach
