La hora del trabajo inteligente: creando redes para el trabajo remoto durante la pandemia

Gonzalo Echeverría, Country Manager de Zyxel España
El coronavirus ha tenido un impacto directo en la forma de trabajar de muchas empresas. En ciertos casos, la transición al trabajo remoto ha sido fluida y solo ha exigido un refuerzo de la infraestructura digital existente. Sin embargo, muchas compañías experimentan dificultades no solamente para adaptarse a la nueva situación, sino también para mantenerse.

Sin una red segura, de alto rendimiento y de acceso rápido en remoto, ¿cómo pueden los trabajadores mantener la calidad y precisión en sus funciones?

Es esencial contar con dos factores determinantes en las infraestructuras empresariales para combatir esta situación. En primer lugar, es necesario mantener la capacidad comunicativa y de gestión, con tal de que los empleados sigan trabajando como lo harían en la oficina. En segundo lugar, hay que asegurar la seguridad y eficiencia de su propiedad digital para cumplir las expectativas de los clientes. Así, seguridad, control y flexibilidad son tres conceptos clave para cubrir dichas necesidades, y el primer paso es establecer una red privada virtual (VPN).

Seguridad
La seguridad es un factor a tener en cuenta en todo momento, pero toma especial relevancia en el contexto actual. Los ciberdelincuentes cuentan con múltiples métodos para atacar a las empresas, incluidos malware, spyware o troyanos. Para proteger las redes solamente es necesario establecer una conectividad de red segura y configurar un firewall VPN de última generación.

Una conexión VPN crea un túnel para los datos protegido por encriptación que conecta a cada empleado directamente con la red de la empresa, evitando así que terceros obtengan acceso no autorizado a los archivos que se transfieren dentro. Al añadir un firewall a la oficina doméstica proporciona protección contra otras amenazas cibernéticas como virus.

Control
Mantener la seguridad de las conexiones de los empleados mientras trabajan remotamente implica una presión extra hacia los gestores de TI y los MSPs, así como sobre los sistemas de gestión en la nube. Las soluciones que se implanten deben ser robustas, de calidad y accesibles para un gran número de usuarios con distintas habilidades tecnológicas.

Transmitir sensación de control en una situación incierta es fundamental desde una perspectiva empresarial. Esto sólo puede lograrse si se perfeccionan y optimizan las soluciones de gestión remota en la nube, de modo que los empleados sientan que están a cargo de sus espacios de trabajo y que cuentan con apoyo constante. Esto comienza por asegurarse de que cualquier dispositivo que se despliegue pueda configurarse e instalarse a distancia. Deben seguir las actualizaciones de software simples, automáticas y adaptadas a las competencias técnicas de cada usuario.

Flexibilidad
Dotar de control y herramientas adecuadas a los empleados fomenta la flexibilidad, beneficiando a la empresa no solo en el contexto actual, sino también en el futuro. Es posible proporcionar las facilidades necesarias para el teletrabajo incluso a distancia, dada la sencillez de instalación, facilidad de uso, opciones de control y forma en que estas soluciones pueden ayudar a gestionar mejor los procesos desde diferentes lugares.

Abordar de forma más adecuada el equilibrio entre la vida laboral y la vida privada de los empleados que puedan beneficiarse del trabajo remoto es un positivo tangible a extraer de una situación difícil como la actual.

Se dice que "nunca hay que desperdiciar una buena crisis". Para muchas organizaciones, la iniciación, instalación, despliegue, gestión y perfeccionamiento a distancia de las soluciones digitales para el teletrabajo puede resultar más bien una transformación a largo plazo, en lugar de un respaldo a corto plazo. Es fundamental que las empresas se den cuenta de esto desde el principio y que aprovechen el potencial de las redes VPN y de la gestión de la nube que tienen ante sí.